lunes, 28 de enero de 2013

Art. de Opinión "Vía libre" por David Uzcategui


Si alguna queja en común tienen los caraqueños y en particular los baruteños, es el calvario que deben padecer en el tráfico diario. El crecimiento anárquico, el deterioro de las vías, la falta de coordinación entre los responsables, son apenas algunos de los causantes de la pérdida de incontables horas-hombre de trabajo en enormes estacionamientos, que es lo que parecen muchas de las vías principales en las llamadas horas pico.

Vamos a estar claros, el asunto no es para nada fácil. Ciertamente es muy complejo; pero también es verdad que con voluntad, estrategia, comunicación, educación y alianzas se puede paliar en gran medida uno de los padecimientos más incómodos de la vida urbana caraqueña actual.

Toca a los poderes locales accionar coordinadamente con las autoridades de municipios vecinos en las soluciones, ante la realidad de que no estamos hablando de parcelas aisladas sino de espacios interconectados, con realidades particulares pero conjuntas.

En el caso de Baruta –y tomamos de nuevo el ejemplo porque es el ámbito donde residimos y ejercemos como funcionarios- interacciona con los otros cuatro municipios capitalinos. Es lugar de tránsito, de residencia y de trabajo a la vez, conformando así una realidad particularmente compleja y única en la urbe caraqueña. 

Completa su realidad vial el hecho de ser puerta de entrada a Caracas de varios importantes municipios-dormitorio del Estado Miranda. Por ello enumeramos coordinación y comunicación entre los pasos para encaminarnos hacia soluciones.

No es mucho lo que se adelanta tomando medidas a nivel local para constituir embudos en las salidas del municipio, por ello lo primero es ver hacia nuestro entorno. La primera urgencia es asumir la el carácter metropolitano de Caracas para entender que somos apenas parte de un problema mucho más complejo, y que avanzaremos si accionamos en su solución, en tanto y en cuanto nuestros vecinos avancen en la misma dirección.

Cabe también enfocar la comunicación hacia la ciudadanía y agregar la palabra educación. En el tema vial, como en todos los ámbitos de convivencia colectiva, toca empoderar a la ciudadanía, lo cual pasa por hacerla consciente de su responsabilidad y de la cuota de esfuerzo personal que toca poner para incrementar el nivel de su calidad de vida.

La educación vial sigue siendo tarea pendiente en Venezuela, aquí hay un rezago en cuanto a iniciativas de entes públicos y privados, así como en el incremento de conciencia de choferes, pasajeros y peatones.

Corresponde a los gobiernos locales una buena cuota de responsabilidad en cuanto a mantenimiento de vialidad e incorporación de señalización; pero para objetivos de mayores dimensiones al respecto, evidentemente hay que coordinarse con otros niveles de poder.

Otro asunto de urgente atención es la calidad del transporte público, para incrementar su calidad y así animar a dueños de vehículos a dejaros en casa y utilizarlos; pero eso no será posible si no existen ventajas convincentes.

Al igual que con problemas tan graves como la delincuencia, importantes metrópolis han logrado superar la pesadilla del tráfico con ingenio y creatividad, el asunto está en apuntar correctamente hacia las soluciones.
Es esa nuestra visión de una salida: responsabilidades compartidas, coordinación entre los involucrados, voluntad y propósito. Es una tarea pendiente para el país, para cada localidad. Nos lo debemos a nosotros mismos por nuestra propia salud y bienestar.

*Candidato Unitario a la Alcaldía de Baruta
*Twitter: DavidUzcategui

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